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“Yo les diría a todas las mujeres, que tenemos que querernos como mujeres y salir adelante, porque todo se puede en esta vida”. 

25 Nov 2022

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María Lucita Aguilar Paredes, ex gestora de Formación y Capacitación en Fundación Prodemu.

María Lucita Aguilar Paredes, paramédico de profesión, tiene 75 años proveniente de Chiloé.  En tiempos de dictadura, fue detenida política y es sobreviviente a la Cárcel de Chin Chin, el lugar de mayor concentración de prisioneros políticos de la Provincia de Llanquihue entre los años 1973 y 1975. Llegó a Natales en el 80, en donde comenzó a trabajar en el Programa de Ocupación para Jefes de Hogar (POJH) e impartió clases de tejido dirigidas a mujeres de las juntas vecinales. 

Trabajó en CEMA Chile, pero fue expulsada por ser de izquierda, pero siempre trabajó particularmente con mujeres en sus hogares. Cuando llegó la democracia y se formó la Fundación Prodemu, comenzó a trabajar allí como gestora de Formación y Capacitación en la Fundación Prodemu de Natales, en donde estuvo 25 años de su vida. 

¿Cómo vivió la dictadura militar?

El Golpe de Estado me tocó en la comuna de Quemchi, en Chiloé. Era funcionaria del Hospital de Quemchi, en donde trabajaba con 92 personas más. En ese tiempo todos los que pensábamos diferentes a Pinochet, había que echarlos. A mi y a las 92 personas, nos llevaron a Chin Chin, donde estuvimos 6 meses detenidos, por pensar diferente. Mis dos hijos se quedaron en Chiloé. Luego nos sacaron, porque nosotros no teníamos nada que ver. 

Cuando me sacaron, volví al Hospital y me dijeron que no podía trabajar, porque yo había abandonado mi trabajo. Entonces, yo hice un juicio al Servicio Nacional de Salud, y lo gané. Duró tres años el juicio, y lo gané. Así que me tuvieron que reintegrar. Luego de eso, mi marido me llamó para que me fuera para Natales, así que me vine nomás, con mis dos hijos. 

Durante las detenciones en dictadura, existieron múltiples violaciones a los Derechos Humanos, en especial contra las mujeres ¿cómo fue su experiencia en los 6 meses que estuvo detenida? 

Cárcel de Chin Chin, Puerto Montt.

Habíamos como 40 mujeres, y cómo sabía tejer y peluquería, yo les cortaba el pelo, hacíamos tejido, así que no me di ni cuenta cuando me sacaron. Pero esa era mi manera de pensar, así lo tomé yo. Pero cuantas cosas que nos decían cuando recién llegamos, que nuestros hijos habían muerto, muchas cosas. Nos hacían violencia psicológica, y no dejaban que nos fueran a visitar, estábamos aisladas. Dos veces a la semana, nos llevaban a la Fiscalía Militar de Puerto Montt, y cuando llegábamos nos vendaban los ojos, decían que subamos una escala y que nos agachemos porque íbamos por un túnel. Hace 20 años atrás, fui a la Fiscalía a ver si era verdad lo que nos decían, pero no, era todo mentira. 

¿Qué siente al volver a recordar estos momentos?

No quiero recordarlo, porque me da mucha pena, por todo lo que pase. Cuando llegué mis hijos estaban bien, nos vinimos para Natales y ya todo terminó. Siempre en mi vida he sido socialista, así que cuando vine para acá, comencé a trabajar por mi partido a escondidas, con varias mujeres y hombres que todavía están acá en Natales.  

A pesar de estar en dictadura ¿siguió militando y trabajando con mujeres?

Si segui, yo desde los 15 años que soy socialista y siempre me ha gustado trabajar con mujeres. En Prodemu estuve trabajando 25 años, como gestora de formación y capacitación, en donde realizamos trabajos de puras mujeres. 

¿Cómo fue su experiencia trabajando en la Fundación Prodemu?

La experiencia fue hermosa. Porque una cuando pasa todas estas cosas, tiene para contarle al resto, porque esta sociedad es muy machista. de hecho, cuando comenzó el prodemu me dijeron que yo me haga cargo acá, pero no quise porque había otra mujer que lo necesitaba más que yo. En la Fundación Prodemu formábamos mujeres líderes. 

– ¿Trabajo con mujeres víctimas de violencia? 

Si, la mayoría. Quizás violencia de golpes no, pero si violencia verbal. Yo hacía hasta de psicóloga. Habían días que hacíamos dinámicas para comenzar el taller, y sin querer, nos dábamos cuenta de que ellas no estaban bien con sus parejas. En esos casos había que derivarlas al SERNAM. 

Como mujeres, antes no nos valorábamos como personas. Cuando conversaba con ellas y les preguntaba dónde trabajaban, me decían “no, yo no trabajo”, y yo les decía, “pero ¿y en tu casa, entonces que haces todo el día?, eso es un trabajo”. Un trabajo que no está reconocido, ni remunerado, pero en sus casas trabajan más que en otras partes. 

Yo les decía que tenían que quererse, quererse como personas, porque llegaban con una autoestima baja. Entonces, todas esas cosas se trabajan en la Fundación Prodemu, para que como mujer crezcas. 

Valemos igual que cualquier otro hombre, que cualquier persona. En este mundo somos todos iguales, no porque seamos mujeres vamos a valer menos que un hombre. Esas cosas hay que recalcarlas una y otra vez. 

– ¿Qué le gustaría decirles a las mujeres que están viviendo algún tipo de violencia para que puedan salir de esa situación?

Yo les diría a todas las mujeres, que tenemos que querernos como mujeres y salir adelante, porque todo se puede en esta vida. Si tu eres una persona maltratada, tienes que acudir inmediatamente a las personas que te ayuden. No callar. Si escuchamos que una mujer le están pegando o insultando, que comuniquen inmediatamente.  A veces las palabras duelen más que si te pegaran. 

Nosotras somos personas muy valiosas. Tenemos que salir adelante, buscar un trabajo para mantener a nuestros hijos. Tenemos que ser muy fuertes y como les digo a todas las mujeres de Natales, sigan adelante. 

Tienen que ser personas valientes, valemos mucho como mujeres. Ojalá que todas las mujeres salgamos adelante. Muchas mujeres me conocen, más de 2.000 mujeres. Hemos sacado a mucha gente adelante, porque ese es nuestro deber. La Fundación Prodemu sigue funcionando, vayan porque les va a hacer muy bien. Las mujeres tenemos que querernos mucho, porque somos personas muy valiosas.