género

“Si entendemos el sentido de este 25 de noviembre, podríamos empezar a cuestionar qué hechos de violencia vivimos”.

25 Nov 2022

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Tamara Aránguiz Mardones, Coordinadora de Mujeres Autónomas de Natales.

Tamara Aránguiz Mardones, es chillaneja, mujer, feminista y coordinadora del colectivo Mujeres Autónomas de Natales. Es geóloga de profesión y se ha desempeñado como docente enfocada en la educación ambiental, en donde ha instaurado la perspectiva de género de manera transversal, dentro y fuera de las aulas. Actualmente, dentro de la coordinadora, trabaja con las mujeres privadas de libertad de Natales, entregándoles formación y capacitaciones para su reinserción social, así como la reparación de sus derechos. 

En conmemoración del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Tamara entrega su testimonio acerca de su activismo en la lucha, y la importancia de generar acciones para erradicar las desigualdades de género. 

– Actualmente ¿cómo activas en género y violencia hacia la mujer en Natales?

Hemos avanzado bastante, eso nos da esperanza en el sentido de que podemos estar haciendo esta conversación, difundiendo y haciendo prevención. Activo en una Coordinadora Feminista de Natales, la cual es muy antigua y lo que hace es trabajar con mujeres de distintas índoles y fuera de la institución, entregándoles herramientas. Actualmente, estamos trabajando con las internas del Centro de Detención Preventiva de Natales, en donde se vive diariamente lo que significa ser violentadas sistemáticamente.

La violencia, no solamente es física, sino que hay muchas maneras de poder sentirnos violentadas. Un caso de eso, es lo que pasa con las mujeres privadas de libertad, con el tema de la reinserción social, con la necesidad de generar herramientas y recursos. Esas personas ya están condenadas, pero no dejan de tener derechos. Sobre ello, es muy fundamental trabajar la violencia de género, entregándoles herramientas y oportunidades a las mujeres. Para eso están las coordinadoras y colectivos que hacen un trabajo silencioso en la comunidad y que están desmarcadas de las instituciones, pero creo que estamos trabajando en el mismo camino.

Programa radial de Radio Independiente.

– Antes de pertenecer a la Coordinadora de Natales ¿en qué áreas u organizaciones trabajaste relacionadas a violencia de género?

Mi área ha sido siempre por el lado de la educación, creo que es primordial para trabajar en violencia. Tenemos que trabajar en la educación, en reconocer estos hechos que nos hacen sentir violentadas. En cada puesto o lugar de trabajo trato de abocarme en ello, porque creo que en la educación es importante identificar estos hechos para poder trabajarlos, y erradicar la violencia.

Las mujeres por años hemos tenido que luchar por la violencia sistemática, lo que significa la sociedad patriarcal en la que nos hemos construido, que lamentablemente nos ha acortado. Pero ahí está el empoderamiento, en poder educarnos desde cualquier arista. La educación es transversal y las ayudas siempre pueden ser transversales, el solo hecho de poder conversar, bajar la información y educarnos, nos entrega poder, conocimiento. Eso es lo fundamental de las mujeres activistas. Yo creo que, el que tengamos conocimiento es una herramienta que nos hace más poderosas.

– ¿Siempre educas desde el enfoque de género?

Sí, porque el enfoque de género va más allá. Es importante visibilizar a las mujeres en todo, y de hecho esa es la lucha del feminismo, de poder evidenciarnos a nosotras. Las mujeres hemos estado visibilizadas de pocas maneras. Esa es la lucha, poder trabajar de cualquier arista, pero mostrarnos, evidenciarnos.

– De algún modo ¿Es una manera de enmendar una desventaja histórica que han tenido las mujeres?

Exactamente, quizás se pueda ver violenta para los hombres, pero lamentablemente, la sociedad nunca nos tomó de parecer, siempre estábamos más ocultas, o más silenciosas. Entonces, se ve como una lucha, porque claramente tenemos harto camino por recorrer. El feminismo no busca ir en contra de los hombres, ni tampoco de odiarlos, si no que lamentablemente en la sociedad que estamos habitando, a las mujeres muy poco nos preguntaron, nunca nos visibilizaron. Ahora tenemos una tremenda lucha y claramente podemos actuar desde la rabia. Esa es mi lucha desde el activismo y del feminismo, poder evidenciar estas brechas desiguales.

Inauguración Biblioteca Circular Feminista en Puerto Natales.

– ¿Desde qué momento de tu vida comenzó a interesarte ser activista y educar desde la perspectiva de género?

Siento que siempre fui feminista, porque para bien, vengo de una familia muy machista, en donde yo fui la gruñona, la que evidenciaba las problemáticas. Era pequeña, pero igual trataba de evidenciar las desigualdades que no me parecían.

Eso lo agradezco, el de venir de una familia bastante machista, con costumbres patriarcales, porque me hizo ruido. Pienso en mi niñez, fue muy bonita y todo, pero conmigo trajo muchos miedos e inseguridades, porque eso es lo que pasa cuando nos van acortando las libertades o no nos dejan decidir. Ahí empiezan a gestarse muchos miedos de empoderamiento de mujer. Es importante que nosotras también demos a conocer lo que pensamos, que sepan nuestra opinión y que nos incluyan en las conversaciones, porque a mi antes no me incluían.

Ahí yo creo que comenzó mi cuestionamiento, y en la universidad claramente que me empodere, porque éramos muchas que también nos preguntábamos las mismas situaciones. Mi lucha va para que se puedan reivindicar nuestros derechos, nos puedan preguntar, nos puedan hacer partícipes, porque somos seres sintientes, tenemos una opinión, y dentro de nuestra diversidad, también podemos ser un complemento.

El feminismo tiene muchos caminos de lucha, todas las feministas no creo que pensemos igual, hay muchos tipos de feminismos, cada una ve por qué camino va. Pero el propósito es el mismo, depende de cada compañera como quiera llevarlo adelante.

Es súper difícil también, yo entiendo que es generacional. No podemos pedir tanto empoderamiento a generaciones que son anteriores, porque cada una tiene sus tiempos, y eso tenemos que entenderlo. Hay que ser empáticos dentro de nuestros pares. Cada generación lleva su lucha, y se empodera como puede. Hay generaciones que si se están cuestionando las cosas, como el machismo doméstico, que una también la tiene, cuesta romper esas estructuras porque así nos criaron, romper esas bases, salir de esta comodidad también es costoso, pero si se puede.

Creación de mural en el 25 de noviembre del 2021.

– ¿Lograste formar redes de apoyo entre mujeres de la universidad?

Si, y eso es súper importante, en el activismo es fundamental las redes. Por eso es importante poder salir, el activismo se hace en las calles, y siempre lo he tratado de abocar a una acción voluntaria. Así es el activismo, no hay nada remunerado, esto es amor, pasión, es un enfoque, una lucha, tiene un fin y un propósito.

todas las personas podemos hacer activismo, porque es una acción, y no importa a cuántas personas vaya a repercutir, pero si a una mujer yo hago que salga de su comodidad, yo me doy por pagada.

– Sobre el 25 de noviembre ¿por qué es importante recordar que es una fecha para conmemorar y no para celebrar? 

Creo que, con el paso de los tiempos, quizás hemos ido cambiando un poco la transición para poder entender por qué nació este 25 de noviembre. Este es un hecho de violencia, fueron 3 hermanas asesinadas brutalmente. Chile visibilizó esta lucha un poco más tarde, gracias a la red de mujeres a nivel nacional, que quizás fue el momento que tuvo que llegar, de poder cuestionarnos y hacer estos quiebres, partiendo por cambiar el discurso, y decir que no estamos celebrando nada, estamos conmemorando un hecho súper violento. A raíz de eso, mujeres a nivel del mundo se empezaron a organizar, para poder visibilizar los tipos de violencia que son ejercidos hacia las mujeres, porque la violencia no es solamente física o psicológica, va más allá, desde los sistemas, desde las instituciones que nos violentan.

Cuando cambiamos una palabra, de celebración a conmemoración, creo que hay un antes y un después. Si entendemos el sentido de este 25 de noviembre, podríamos empezar a cuestionar qué hechos de violencia vivimos.

– ¿Qué te gustaría decirles a las mujeres que sufren violencia?

Mi mensaje es a no quedarnos calladas. Cuesta, yo también estuve en una relación con violencia física y psicológica, sé lo que significa sentirse tan vulnerable. Por esa misma lucha es lo que me llevó a cuestionarme y evidenciar que podemos salir adelante, y que podemos pedir ayuda. Lo más importante son las redes de apoyo, tus círculos más cercanos, poder denunciar estos hechos o por lo menos, cuestionarlos.